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Transporte segregado en México

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En la ciudad de México se ha aplicado el transporte segregado. Uno de los programas que operan de este modo es llamado “Atenea”, el cual consiste en una red de buses de color rosa para el uso exclusivo de mujeres. Estos buses entraron en funcionamiento el 14 de enero de 2008 con el objetivo de crear un ambiente más seguro para las mujeres y de este modo reducir el acoso sexual callejero. Aunque esta solución se viene aplicando hace diez años, considero que no es la más adecuada para combatir el problema por las razones que explicaré a continuación.

En primer lugar, no estoy de acuerdo con esta solución para acabar con el acoso sexual callejero, ya que no combate el machismo, que es la causa de este problema. Se entiende por machismo al conjunto de actitudes, ideas y prácticas sexistas que ofenden a la mujer. Estas prácticas involucran una serie de comportamientos, costumbres sociales y pensamientos que justifican y suscitan el establecimiento de actos que discriminan a las féminas (Abarca, 2018). Este tipo de comportamientos a los que hace referencia Abarca, parten de la idea de que el hombre es superior a la mujer. Esta actitud y forma de pensar de muchas personas genera que las mujeres sean vistas como cosas al servicio del hombre. De esta manera, ellos se sienten con el derecho de opinar y decirle a la mujer cómo se ve, ya que para el hombre la fémina deja de ser un sujeto para convertirse en un objeto y ello es el resultado del machismo. Entonces, mientras el machismo siga existiendo, el acoso sexual va a continuar de la misma forma en la sociedad. Ello sucede debido a que la solución no ataca al problema real, en su lugar, simplemente se recurre a la segregación.

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Otro motivo por el cual este programa de transporte no es la solución más adecuada es porque incita a la exclusión en lugar de fomentar la equidad. Para ser más claros, la equidad de género implica ser equitativo y justo al momento de tratar a las mujeres y hombres según las necesidades que tengan. Se refiere también a la justicia fundamental para brindar acceso a los recursos tanto a hombres como  mujeres por parte de la sociedad. (Apún, 2018) Justamente, la exclusión que fomentan los buses Atenea se oponen a lo plantea Apún. Esto se puede evidenciar en los distintos movimientos feministas como Ni una Menos, que continuamente luchan por la igualdad de género, no por la supremacía de un género sobre otro. Entonces, mientras se actúe de esta forma, el bien común se va a poder lograr. Por el contrario, si se aplica este tipo de solución, lo que se va a generar es la preferencia de un género sobre otro, y para evitarlo, se debe considerar beneficiar a un grupo sin dejar de lado a los demás, y  así trabajar el problema como una sociedad en conjunto. Es necesario demostrar también que la sociedad es capaz de convivir con respeto, ya que los espacios públicos son de todos, tal como sostuvo Carmen Omonte (2014), ex ministra de la mujer, ante la propuesta de Susana Villarán sobre segregar el Metropolitano.

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