A c o s o s e x u a l c a l l e j e r o
El caso de Eyvi Ágreda ha sido tal vez el feminicidio más polémico del último año. Esto no solo demuestra que el acoso sexual callejero es uno de los principales problemas del país, sino también que si no se controla debidamente puede llevar a graves consecuencias. Este hecho ocurrió la noche del 10 de abril del año 2018. Eyvi se encontraba en un bus de transporte público camino a casa; sin embargo, terminó con más del 60% de su cuerpo quemado. Un sujeto que llevaba dos años hostigándola, se subió al bus con la intención de rociarle combustible y prenderle fuego. Eyvi no es la única, la periodista Patricia del Río compartió su experiencia con este tipo de acoso. Ella contó que en febrero de este año se subió a un taxi y el chofer la hizo sentir de la peor manera, por lo que aprovechó una luz roja y salió inmediatamente del vehículo. Así como ellas dos, en la actualidad, miles de mujeres atraviesan este tipo de situaciones en los espacios públicos. Tal vez no todos los casos son de igual magnitud o gravedad, pero a fin de cuentas inician por las mismas causas. Por estos motivos, Team XY considera que es muy importante en los tiempos que ocurre, reflexionar sobre este tema. A continuación explicaremos dos de nuestros principales argumentos para tratar la problemática.
Creemos que seleccionar el problema de acoso sexual callejero hacia las mujeres es la mejor opción para nuestra bitácora digital, principalmente por dos razones. En primer lugar, tomamos esta decisión porque pensamos que los espacios públicos no son vistos de igual forma por los hombres y las mujeres. Por ejemplo, según los resultados de la encuesta sobre Acoso Sexual Callejero realizada por el Instituto de Opinión Pública, en Lima, 9 de cada 10 mujeres han sido víctima de un tipo de agresión que vulnera su libertad al movilizarse. Esta es una situación que los hombres y la sociedad en general no se han puesto a contemplar con la suficiente preocupación. Por esta razón, Elizabeth Vallejo, coordinadora del Observatorio de Acoso Sexual y miembro del departamento de Ciencias de la PUCP, señala que “este tipo de prácticas, pese a tener impacto en la libertad sexual y libre tránsito de las mujeres, han sido justificadas por nuestra sociedad”. Tal como comenta la especialista, es usual que se culpe a las mujeres por caminar solas en las calles o por la manera en la que visten. Nosotros creemos que esto sucede debido a que los hombres no ven los espacios públicos de la misma manera, piensan que es natural faltarle el respeto a una mujer, y justamente nuestra bitácora apunta a reducir esto generando reflexión. El erradicar este problema no solo ayudaría a las féminas a sentirse más seguras, sino haría que los hombres puedan acercarse a la situación que ellas viven.
#Notequedescallada
En segundo lugar, consideramos que en el país existe una gran desconfianza en la legislación peruana al tratar este tema. Por ejemplo, la Ley 30364 establece que las mujeres que son víctimas del acoso obtienen medidas de protección y pueden denunciar por la vía penal sus casos; sin embargo, en la mayoría de ocasiones no sucede. El temor, el hecho de necesariamente contar con las pruebas suficientes para denunciar el caso y que las leyes no son lo suficientemente claras ocasionan que las mujeres no sientan la seguridad de comunicar lo que viven al salir a las calles. La ineficiencia de estas es realmente preocupante y debe cambiar, puesto que ocasiona que la desconfianza en la ley siga aumentando y junto a ello, el acoso. Por todo esto, esperamos que la página web sirva para crear conciencia sobre el problema, principalmente en el sector de la población que no se ve afectado y, además, motivar a las mujeres a no sentir temor de comunicar lo que les sucede.
En conclusión, TeamXY considera que es importante tratar el acoso callejero hacia las mujeres. Hemos tomado esta decisión porque creemos que los espacios públicos no son vistos de la misma manera por los hombres y las mujeres. Además, sostenemos que las leyes existentes para tratar el problema no son lo suficientemente claras y eso causa ineficiencia a la hora de aplicarlas. Como grupo pensamos que el Estado debería intervenir en la situación y hacer que las leyes funcionen de manera eficiente, y que a su vez se reduzca la gran cantidad de evidencia que se le solicita a la mujer cuando quiera denunciar su caso.